Mi abuela me enseñó que no se juega ni con la comida ni con lo que te da de comer, hay que respetar ciertas normas cuando estás en sociedad y no puedes hacer lo que te salga de los huevos.
Pues las chicas que os preparado para ésta sección no están dispuestas a obedecer ningunas normas ni a seguir ningún patrón, se dejarán llevar en folladas muy guarras y se inflarán a comer sin control y no precisamente pizza o pasta, sino un buen puñado de pollas con sus correspondientes corridas, jugando con ellas como si se tratase de un dulce caramelo líquido.