Ya te puedes imaginar, un viejo como él follándose a una chica como ella.
Fue una experiencia tal vez excesiva para su edad, pero como puedes ver la emoción del viejo fue desmesurada.
No es para menos, ella era una chica con dos tetas enormes y un coño que hizo que su verga despertara del sopor al que la tenía acostumbrada.
Se desnudó delante de él y le mostró todo su cuerpo, no tardó en lanzarse a por ella.
Treinta y tantos años tenía la zorra, y era más puta que las gallinas.
Cuando fue a por su coño se volvió loco, no podía creerse estar comiéndose semejante chochito.
Le hizo también por supuesto una paja cubana, con esas tetazas era de esperar.
Luego se la chupó y tras aquello finalmente la penetró.
Parece mentira que siendo un anciano pudiera ponerse tan duro, pero ya puedes ver todo lo que el viejo le hizo.